Tras la adquisición, Lenovo se situaría como el tercer fabricante de móviles del mundo, sólo por detrás de Samsung y Apple
Lenovo hizo pública ayer la compra de Motorola por 2.910 millones de dólares. La estrategia de la empresa china parece clara: dar un salto global hacia el mercado de móviles, donde se esperan los mayores crecimientos y beneficios durante los próximos años.
Lenovo es desde el 2012 el mayor productor mundial de PCs, con un 16,4% del mercado, pero va muy por detrás en la venta de dispositivos móviles (4,3%). Con esta adquisición, la empresa con sede en Pekín espera poder competir con Samsung y Apple, los dos líderes globales. De hecho, ya sólo con la compra de Motorola, Lenovo pasaría del quinto al tercer puesto en la producción de móviles.
Para Lenovo, la compra de una empresa occidental es probablemente el mejor atajo para ampliar su presencia en los mercados extranjeros, poder competir en innovación con los grandes y mejorar su imagen global. Gracias a la adquisición de Motorola (que Google había comprado en 2011), la compañía china se lleva 2.000 patentes, 3.500 trabajadores (muchos de ellos investigadores e ingenieros de talento), los contratos con 50 operadoras telefónicas en todo el mundo y la reconocida marca Motorola.
Si en 2005 Lenovo se hizo con la línea de ordenadores personales de IBM para liderar la venta de portátiles, en este caso la empresa china pretende repetir el éxito con Motorola y el mercado de móviles. La competición con las marcas estadounidenses, japonesas o surcoreanas es muy difícil para las empresas chinas, que tienen poca experiencia internacional; las adquisiciones pueden ser una forma rápida de subir escalones.
Uno de los grandes atractivos para Lenovo es hacerse con los modelos Moto X y Moto G, los dos teléfonos estrella creados desde la llegada de Google. El primero está destinado a competir en la gama alta del mercado, mientras que el segundo ha recibido elogios por su bajo precio y altas prestaciones; ambos han tenido buenas críticas y el director ejecutivo de Lenovo, Yang Yuanqing, ya ha anunciado que continuarán desarrollando y vendiendo estos modelos.
“Estos demonios estadounidenses no son nada tontos”
La noticia ha pillado a los chinos en la víspera del Año Nuevo Chino (la fiesta más importante del país), por lo que la mayoría de medios están entretenidos en historias relacionadas con la comida, los viajes y los fuegos artificiales. Aún así, la compra de Motorola ha sido uno de los temas más comentados en Internet, con más de un millón de comentarios en Sina Weibo.
Aunque muchos se han mostrado orgullosos de los éxitos de la empresa china y en general de su país, otros han puesto en duda la capacidad de Lenovo para poder utilizar la marca Motorola. De hecho, los internautas se han mostrado escépticos respecto al futuro de estos terminales. “Si se desprende del Motorola X y el Motorola G, ¿qué tiene Lenovo?”, se preguntaba un usuario de Sina Weibo. Otros internautas le pedía a la compañía china que no hiciera ningún cambio en estos modelos: “Si Lenovo pone su propio logo encima, la gente que querrá comprar esos móviles se reducirá a la mitad”, decía uno de ellos.
Otra de las polémicas ha estado en torno a las patentes. De las 17.000 que se calcula tenía Motorola, Google se ha quedado con la mayoría, mientras que Lenovo se lleva consigo unas 2.000. Esto, unido al mal estado en el que se encuentra la compañía estadounidense (Motorola le costó a Google cerca de 1.000 millones de dólares en pérdidas sólo en 2013) ha llevado a algunos internautas a criticar la adquisición. “La basura del negocio se la venden a Lenovo, estos demonios estadounidenses no son nada tontos”, decía un internauta.
A pesar de que la operación puede ser prometedora para Lenovo, el desarrollo de Motorola no va a ser tarea sencilla. Su mala situación económica, unida a sus modestas ventas de los últimos terminales y la competencia con otras grandes como Samsung o Apple, van a hacer la tarea de revivir a Motorola una misión complicada. Aún así, Lenovo se atreve a intentarlo.
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