En el año 2009, África se convirtió en el continente que más vehículos compra a empresas chinas. Con un total de 102.000 unidades vendidas, de los diez países más exitosos para la industria automovilística china, cinco de ellos estaban en África. Estos son los datos de la Cámara de Comercio de Importación y Exportación de Productos Mecánico-Eléctricos de China (link en francés), que a pesar de mostrar los avances de esta potente industria china, también deja claro que el gigante asiático sigue por detrás de otros productores tradicionales como Japón, Corea del Sur o la Unión Europea.
Una de las empresas chinas de automóviles que ha hecho más esfuerzos por aprovechar las oportunidades de negocio en África es Great Wall, la marca más internacional de todas y la líder china en exportaciones a África. En el año 2012 afirma haber vendido en el continente 22.000 unidades. En Senegal, por ejemplo, esta marca se ha hecho con cerca del 20% del mercado. En una entrevista con Auto-Utilitaire (link en francés), una revista argelina especializada en la actualidad del automóvil, su vicepresidente Parker Shay explicaba los avances de su empresa en África:
Argelia es un mercado muy importante para nosotros, es nuestro primer mercado de venta en África del Norte con 10.000 unidades vendidas en 2012, seguido de Marruecos, Libia y Egipto con la unidad de montaje local (CKD). […] La gente aquí comienza a conocer nuestra marca Great Wall y sus cualidades, y empieza a tener confianza en nuestros vehículos. Esto nos hace presagiar un futuro brillante para nuestra marca”.
El mercado africano se presenta como más accesible y con más oportunidades para las empresas chinas. Los africanos (casi todos primeros compradores de vehículos) buscan un producto barato, eficiente y duradero que pueda sobrevivir a las carreteras en malas condiciones y a las altas temperaturas de la región; además, las exigencias de seguridad y contaminación no son tan estrictas como en Europa o Estados Unidos.
Es por eso que los puntos de venta de vehículos chinos cubren el 90% de los países de África, y que en algunos casos se ha trasladado parte de la producción al continente africano, sobre todo a Egipto. Este énfasis en el mercado africano se ha visto reafirmado tras la crisis en Europa, donde se ha producido un importante descenso en la compra de vehículos. Por su parte, según el Africa Economic Outlook, el conjunto de África vivió entre 2004 y 2012 un incremento medio anual de su Producto Interior Bruto (PIB) del 5,4%, mientras que la estimación para el 2013 es del 4,8%.
A pesar de estos avances, los coches chinos siguen teniendo problemas para enfrentarse a los modelos japoneses, surcoreanos o europeos, que siguen liderando la venta de vehículos en África. Como explica el diario Jeune Afrique en un reciente artículo (link en francés), las surcoreanas Kia y Hyundai, las francesas Renault y Peugeot y las japonesas Toyota y Nissan siguen muy por delante de las empresas chinas. Hyundai vendió en 2012 en torno a 150.000 coches, siete veces más que Great Wall.
A pesar de que los modelos chinos son entre un 10% y un 30% más baratos que la competencia, su baja calidad y su mala imagen son algunos de los principales problemas a los que se enfrenta en África. Los africanos que compraron algunos de los primeros coches chinos, peor construidos que los actuales, tuvieron tan mala experiencia que no han querido volver a repetir.
La complejidad y exigencias de los mercados en los países desarrollados, sin embargo, dejan pocas posibilidades a las empresas chinas, que buscan empezar a obtener beneficios en el exterior en países en desarrollo como los africanos (y también en América Latina, Asia y Europa del Este). JAC Motors, por ejemplo, tiene importantes lazos comerciales con Egipto y Etiopía; la empresa Chery ha conseguido un gran éxito en las calles de Dakar, sobre todo gracias a su modelo QQ (que se vende por 6.800 euros). Otras grandes como SAIC, FAW, Geely o Changan también tienen planes para aumentar su presencia en África.
A pesar de las dificultades, las empresas chinas seguirán intentándolo en África. En comparación con años precedentes, sus vehículos se han abierto un hueco a toda velocidad. Su mayor dificultad será competir con otras marcas surcoreanas, japonesas y europeas ya establecidas. La carrera ha comenzado.
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