El pasado 5 de junio, durante la visita de Xi Jinping a México, el Presidente Enrique Peña Nieto decidió utilizar el idioma de Confucio para dar la bienvenida a su homólogo chino.
La estructura de la frase, sin embargo, resultó un poco extraña y confundió a los periodistas mexicanos, que pensaron que el Presidente, en un despiste, le había cambiado el nombre a Xi Jinping. Estas fueron las palabras exactas de Peña Nieto:
“En nombre de los Estados Unidos Mexicanos es un honor recibir hoy al Presidente de la República Popular China huan ying, huan ying”.
Lo que quería expresar en chino el Presidente de México era sencillamente “Bienvenido, bienvenido” (huānyíng huānyíng, 欢迎欢迎). Periodistas y ciudadanos, sin embargo, interpretaron que había intentado decir el nombre del Presidente chino. Fue así como comenzó a circular en varios medios de comunicación que Peña Nieto le había cambiado el nombre a Xi Jinping y le había llamado “Juan Yin”.
Según el portal digital Sinembargo, que al parecer fue uno de los primeros que dio “la noticia”, el supuesto nuevo nombre de Xi Jinping se convirtió en trending topic en Twitter durante todo el día. En Youtube circularon algunos vídeos (como este) donde se mostraba la “cagada” de Peña Nieto. Los detractores del Presidente mexicano se pusieron las votas durante unas horas demostrando su estupidez y su falta de preparación.
Aunque es cierto que la frase de Peña Nieto es confusa, la visita de Xi Jinping ha traído consigo otros ejemplos de la falta de conocimiento que todavía existe en el país sobre China. La prensa mexicana lleva varios días refiriéndose de forma constante al Presidente chino sin incluir su apellido (hablando de él como de “Jinping”), una manera bastante maleducada de hablar del Presidente de China (sería como llamar a Peña Nieto sencillamente “Enrique”).
Durante los últimos años, las relaciones entre los dos países han estado caracterizadas por enfrentamientos comerciales. Esta lógica obsesión económica ha provocado que algunos especialistas hablen de la necesidad de “descomercializar” las relaciones bilaterales, incluyendo otras vertientes culturales, educativas y científicas. Tal vez la actual luna de miel entre Xi y Peña Nieto sea un buen momento para profundizar en ese tipo de intercambios y evitar malentendidos como el protagonizado por el Presidente mexicano.
Fuente
• Vía el Facebook de Chinochano
Los detractores del Presidente mexicano se pusieron las votas durante unas horas demostrando su estupidez y su falta de preparación.
Creo que esa palabra va con “b”.
En mi comentario anterior me refería a la palabra “votas”