Vivimos estos días rodeados de políticos enfundados en trajes regalados que espían a su compañero y a su adversario, que reciben sobres de dudosa procedencia y se dirigen a la ciudadanía desde un púlpito proclamando ser santos inocentes. Si esto ocurre en España, a miles de kilómetros de nuestra fronteras, los gobernantes chinos están también inmersos en una cruzada diaria contra la corrupción de sus cuadros buscando acabar con un mal endémico que no empañe el lustro de su crecimiento económico.
En medio de este caos, resulta una quimera encontrar un halo de esperanza, alguien que vaya a contracorriente del río revuelto. Sin embargo, como diría el cómic, en una remota ciudad china de la provincia de Shanxi, Datong, su alcalde ha sido objeto de manifestaciones y proclamas a su favor. Sí, estás leyendo bien, miles de ciudadanos recorrieron las calles de esta ciudad para pedir la vuelta de Geng Yanbo (耿彦波), relegado al puesto de vice-alcalde en la capital provincial de Taiyuan, en un decisión unilateral tomada por el Partido Comunista.
Imágenes de las manifestaciones a favor del antiguo alcalde de Datong.
“El carbón es un recurso consumido, mientras que la cultura puede estimular el desarrollo a largo plazo”, manifestó Geng Yanbo en sus primeros meses, en los que se involucró en revivir el enorme patrimonio cultural de la ciudad invirtiendo en cuatro años más de 15.000 millones de yuanes (unos 2.300 millones de dólares) para preservar las reliquias históricas – las grutas de Yungang, el templo colgante y la muralla- y levantar un casco urbano completamente nuevo a su alrededor.
A la apuesta por la economía cultural (no siempre respetando su forma original y a través de gigantescos proyectos urbanísticos que han puesto en obras toda la ciudad) se unió la inversión procedente del 12ª Plan Quinquenal (2011-15) para 432 proyectos, a los que se ha destinado la formidable cantidad de 80.000 millones de dólares. El objetivo, en palabras de Geng, era “ayudar a la transformación de la ciudad en su dependencia del carbón”, buscando que en 2015 el 25% del consumo eléctrico proveniera de energías renovables. Las medidas han convertido a Datong en la ciudad de los paneles solares -su situación geográfica le permite disfrutar de unas 2.800 horas de luz solar al año- que constituyen tanto un foco de inversión extranjera como una fuente de empleo e ingresos por la creación de una poderosa industria manufacturera de sus componentes.
Las energías renovables han logrado limpiar el aire de Datong, pese a la cercana influencia de la contaminación grisácea que forma parte del paisaje de su vecina Pekín. Si en 2005 la calidad del aire situaba a la ciudad en el puesto 115 (de un total de 117 ciudades supervisadas por el Ministerio de Protección Medioambiental), en 2012 Datong ocupaba el puesto 47 de 120 ciudades, dejando claro la buena labor contra la contaminación atmosférica y el avance hacia una menor dependencia del carbón.
Atendiendo a estos resultados positivos, ¿cuál es la razón para apartar a Geng Yanbo de sus responsabilidades? Ni desde el Partido ni a través de los medios oficiales se ha dado aún ninguna explicación a la decisión adoptada por el comité regional el pasado 7 de febrero. Algunos portales de Internet apuntan a la gran popularidad que había adquirido Geng durante su gobierno, algo que desde los altos estamentos del PCCh nunca ha sido visto con buenos ojos (si no, que se lo pregunten a Bo Xilai). Otros fundamentan el relevo en la “anarquía” de las decisiones urbanísticas de Geng, cuyos proyectos conllevan un sacrificio para numerosos vecinos de Datong, despojados de sus hogares para dejar paso a la construcción de grandes recintos inmobiliarios y carreteras.
A la espera de una aclaración, los habitantes de Datong salieron a la calle portando pancartas con 10.000 firmas plasmadas entre sus eslóganes; varias decenas de acérrimos al ex alcalde incluso se arrodillaron para corear al unísono: “Alcalde Geng, vuelve por favor, Datong es tu hogar”. Está por ver si los lamentos y súplicas de los simpatizantes de Geng llegarán a oídos de las autoridades de Pekín.
Fuentes
• Información en chino: Sohu News / QQ News
• Reportaje en Oriental Outlook (vía Netease) / En Beijing News
Me parece muy interesante, pero estas cosas siempre siembran ciertas sospechas… ¿cómo sabemos que las muestras de afecto hacia el alcalde son auténticamente espontáneas y no, digamos, organizadas por el poder, como a veces pasa en estos regímenes?
Pues no lo sabemos, claro. Ahí queda la duda.
De todos modos, ya sabes que las manifestaciones, incluso para estas cosas, no suelen ser muy promocionadas por el Partido. En este caso, además, parece que la gente sale a la calle a favor de su ex-alcalde y en contra de la decisión del PCCh y de sacarle de Datong. En fin, es una noticia interesante más, con esas dudas que tú mencionas.