La industria cinematográfica china, inmersa en un desarrollo sin precedentes, no para de romper récords de taquilla, tanto en recaudación como en asistencia de público. En apenas tres años, el título de “película más vista en China” ha saltado de mano en mano en repetidas ocasiones, logrando unas cada vez más jugosas recaudaciones en la que es ya la segunda industria cinematográfica del mundo tras superar a Japón. La última en llegar ha sido “Lost in Tailand” (泰囧), una comedia sin grandes pretensiones y de modesto presupuesto que se ha convertido en todo un fenómeno en China.
Con un modesto presupuesto de 20 millones de yuanes (poco más de 3 millones de dólares), “Lost in Tailand” se estrenó el 12 de diciembre de 2012 y en tan sólo cinco días logró recaudar en taquilla 300 millones de yuanes. Hasta el 6 de enero de 2013, “Lost in Tailand” había amasado más de 1.100 millones de yuanes, convirtiéndose en la película más vista en los cines de China de toda la historia (30 millones de espectadores) y en la película china con mayor recaudación, tan sólo por detrás de Avatar, que debido al mayor precio de las entradas (“la magia” del 3D) sigue de momento siendo la película con mayor recaudación de taquilla a pesar de tener menor número de espectadores.
Llegados a este punto, sorprenderá a muchos saber que “Lost in Tailand” no puede ser considerada más que una comedia comercial mediocre, tanto en guión como en dirección y factura. Pero cuenta sin embargo con un as en la manga, un auténtico obrador de milagros: Wang Baoqiang.
A sus 28 años, este actor de Hebei ha logrado mostrar la cara más entrañable, inocente y divertida de la cara más desfavorecida de un país inmerso en el progreso económico sin mirar atrás. Mientras que autores como Jiang Wen apuestan por un humor más trabajado y sofisticado, Wang Baoqiang ha sabido meterse en el bolsillo a toda China con su bonachón retrato de un trabajador inmigrante inocente, inculto y bienintencionado. Un humor cercano y reconocible, un personaje que cualquiera podría encontrar a la vuelta de la esquina en China, una carta de amor hacia un colectivo que en la mayoría de los casos es ignorado y despreciado por los urbanitas de las grandes urbes chinas a pesar de ser el obrador del milagro económico del país. Gracias a su sonrisa contagiosa y al “buen rollo” que desprende, Wang Baoqiang, con unos orígenes muy parecidos a los personajes que interpreta, va camino de convertirse en el cómico más popular del país más poblado del mundo.
“Lost in Tailand” cuenta la historia de una frenética carrera de obstáculos por Tailandia por parte de dos despiadados empresarios chinos obsesionados por ser el primero en llegar al mayor accionista de su empresa y lograr hacerse con el control de su última patente. A la búsqueda se une de forma involuntaria un inocente cocinero en Beijing (Wang Baoqiang), que viaja a Tailandia para realizar un ficticio viaje de novios con Fan Bingbing (una de las actrices más populares en China), con quien asegura estar casado. El argumento, nada nuevo bajo el sol, es una especie de secuela espiritual de “Lost in the journey” (2010), comedia acerca del éxodo que año tras año protagonizan cientos de millones de chinos con motivo del año nuevo chino, y que también contó con la presencia de Wang Baoqiang en un papel practicamente idéntico.
Aunque la película cuenta con otros dos conocidos humoristas en el reparto (Huang Bo, quien saltó a la fama en la comedia underground “Crazy Stone” (otro clásico del género), y Xu Zheng, proveniente de la televisión y también director debut en este filme), la mera presencia de Wang Baoqiang copa por completo la atención del espectador. Su retrato cercano, amigable y divertido del “honrado perdedor” ha sido protagonista de un boca a boca que se ha expandido de forma viral convirtiéndo a la que a todas luces iba a ser una comedia pasable en el mayor éxito cinematográfico de China hasta la fecha.
Bien es cierto que el momento del estreno no podía haber sido mejor. Por una parte, la época cinematográfica de “año nuevo”, que en China va desde diciembre hasta el año nuevo chino en febrero, ha sido siempre la más importante del año para las taquillas chinas. Por otra, los estrenos de este año han sido especialmente dramáticos, oscuros y difíciles de digerir, con “Back to 1942” y “The Last Supper” ofreciendo dos revisiones históricas al pasado de China con fuertes connotaciones políticas y morales.
Ninguna de las dos ha sabido encajar con el público. “Lost in Tailand” ha demostrado que China, este año, tiene ganas de pasárselo bien.
pues sin ser una gran pelicula me parecio graciosa y divertida, y vamos comparado con algunas otras peliculas chinas q he visto recientemente , estupenda 😀