Este artículo forma parte de una nueva colaboración que ZaiChina ha emprendido con Caixin, uno de los medios chinos más independientes y atrevidos del país. A partir de ahora, todas las semanas ofreceremos en español sus contenidos más interesantes.
(Caixin – Hu Shuli) En los últimos años, frente a un difícil panorama económico que parece se va a prolongar en el tiempo, China ha hecho del crecimiento constante su mayor objetivo político. Está claro que el impulso de la política macroeconómica del gobierno está entrando en una nueva fase: la pregunta ahora mismo no es si el estímulo es necesario, sino qué tipo de estímulo y en qué cantidad.
Esta postura política llama la atención por dos motivos. En primer lugar, muchos economistas han advertido sobre las consecuencias negativas de la última ronda de estímulo, y el gobierno ha puesto en marcha, esta vez de forma acertada, medidas más sobrias. En segundo lugar, las autoridades han insistido en que la meta de crecimiento debe ir acompañada de reformas económicas. Este es un enfoque sensato y realista.
Pero lo preocupante es que algunos gobiernos locales no parecen haber captado el mensaje. Muchos de ellos han centrado sus planes económicos en proyectos de desarrollo muy costosos, al parecer con la esperanza de que sus inversiones desaten una oleada de crecimiento. Con este fin, han continuado impulsando con entusiasmo la contrucción de plataformas financieras locales dependientes de los grupos de inversión estatales.
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Una cosa que me pone un poco nervioso de Hu Shuli es que casi todos sus artículos (no éste, por lo visto), están titulados con una orden. Del tipo “China debe controlar su mercado bursátil” o “China tiene que aprender la lección que ha dado XXX”. No sé, ¡podría variar un poco, que además da la sensación de lista que lo sabe todo!
Claro, el tema es que todos los artículos de Hu Shuli son de este estilo editorial… y es cierto que puede llegar a repetirse un poco. Sin embargo, como ferviente admirador de esta mujer, he de decir que precisamente tiene la virtud que tú destacas: la de no sólo criticar, sino también proponer nuevas medidas, en ocasiones con bastante lujo de detalles y siempre bien argumentadas. Y, efectivamente, es muy lista… al menos tiene una mente muy lúcida para analizar muchos de los problemas de China, no sólo económicos sino también políticos y sociales.