Los dos pensaban que no tendrían ningún problema por tener un segundo hijo, pero la administración china se ha mostrado increíblemente eficaz a la hora de hacer cumplir a raja tabla la conocida como política del hijo único. Este es el caso de un matrimonio de Ningbo, en la sureña provincia de Zhejiang, que en teoría, al ser los dos hijos únicos, no deberían tener ningún problema para tener un segundo bebé. Sin embargo, como no pidieron permiso a las autoridades anticipadamente y no siguieron todos los trámites burocráticos, esta pareja se enfrenta ahora a una multa de más de 70.000 yuanes (8.638 euros, más de 11.000 dólares). El matrimonio lleva meses negándose a pagar y las autoridades les han denunciado en los tribunales.
La noticia la publicó el domingo 10 de septiembre el diario local “Xiandai Jinbao” (现代金报), que depende directamente de la agencia Xinhua, y ha sido recogida esta mañana por los principales portales de noticias del país. El caso muestra la rigidez con la que en ocasiones se aplica la política del hijo único incluso en casos “excepcionales” como el de los matrimonios formados por hijos únicos. Además, la noticia se suma a las peticiones de numerosos expertos por poner fin a esta política de natalidad en un país que cada vez es más viejo y nos recuerda al reciente caso de Feng Jianmei, obligada a abortar después de siete meses y cuya historia causó una gran indignación en China.
La pareja, a la que los medios llaman Xiao Zheng (小郑) y Xiao Guo (小郭), se casó en el 2007. Dos años después, tenían a su primer hijo varón. Como explica la prensa local, “la pareja pensó que un hijo solo podría sentirse solo, así que pensaron en tener otro”.
Lo concebieron a principios de 2012. “Sin embargo, cuando no había pasado mucho tiempo de esta alegría, recibieron la visita de varios trabajadores del departamento de planificación familiar que comenzaron a investigar la situación de la pareja”. Al enterarse de su nuevo embarazo, estos funcionarios citaron el artículo 18 de las regulaciones de Zhejiang respecto a la política familiar (basadas en la legislación nacional aprobada en agosto de 2002): según la legislación, antes de tener un segundo hijo la pareja necesita solicitar la aprobación de las autoridades y realizar el correspondiente proceso burocrático, algo que este matrimonio de Ningbo no había hecho.
El mes de abril, el matrimonio recibió una notificación en la que se les imponía una multa de más de 70.000 yuanes (8.638 euros). La pareja, sin embargo, se ha negado en varias ocasiones a pagar esta indemnización, que en China se conoce como “pago social de mantenimiento” (shèhuì fǔyǎngfè, 社会抚养费). Esta tarifa sirve para disuadir a los padres de incumplir la ley y en teoría es una forma de que el matrimonio restituya económicamente a la sociedad los recursos extra de los que va a disfrutar su segundo niño. Aunque hay distintas modalidades y excepciones, el diario “Xiandai Jinbao” dice que en Zhejiang esta multa equivale al sueldo medio de un año en el distrito de residencia de la pareja; en caso de no cumplir con los requerimientos para tener ese segundo hijo, entonces se puede llegar a pagar hasta cuatro veces los ingresos medios anuales.
La polémica parece que se va a resolver en los tribunales. Los departamentos locales de Ningbo han presentado una denuncia y han declarado que van a utilizar todos los medios legales a su disposición para conseguir que el matrimonio pague.
La noticia ha llegado a Sina Weibo, donde los internautas (mayoría de jóvenes e hijos únicos) se han mostrado en general poco favorables al rigor administrativo de la ciudad de Ningbo. Aunque una gran parte de la población apoya la política del hijo único, en las redes sociales han sido muchos los que se han quejado del mal uso que hace el gobierno del dinero público (una vez más, los tres gastos), de la corrupción o del difícil papeleo que entraña la solicitud para tener un segundo niño.
En esta imagen compartida en Sina Weibo se recogen todos los documentos que hay que presentar para solicitar el nacimiento de un segundo hijo. Se necesita implicar a los padres de él y de ella, documentos originales y fotocopias, impresos especiales dependiendo del lugar de trabajo, el permiso de residencia (hukou) y otras complicadas trabas administrativas más.
Fuentes
• Xiandai Jinbao (también reproducido en QQ News)
• Sina Weibo: imagen final
Cuando hay dinero de por medio mira qué bien que funciona la burocracia china…