Actualización (1 de agosto): varios días después, las autoridades han elevado el número de víctimas a 77.
El sábado 21 de julio, durante unas 20 horas, el agua no dejó de caer del cielo en lo que el gobierno de Pekín y los medios de comunicación han definido como la peor tormenta en más de 60 años. Según la información oficial publicada el domingo por la noche, la tormenta se ha cobrado la vida de 37 personas en la capital china; 25 de ellas murieron ahogadas, seis por el derrumbe de casas e infraestructuras, cinco electrocutadas y una por el impacto de un rayo. Hay otras siete personas desaparecidas.
La lluvia afectó prácticamente a todos los medios de transporte e infraestructuras de la capital. Se vivieron retrasos y escenas de pánico en el metro, a donde entró el agua desde la calle. Se cancelaron más de 500 vuelos, lo que provocó que 80.000 pasajeros se quedaran atrapados en el aeropuerto de Pekín. Muchas de las casas que están en el subsuelo de la ciudad se vieron inundadas por el agua. Sobre todo a las afueras de Pekín, se cayeron árboles, tendidos eléctricos y tejados. Decenas de carreteras en el centro de la ciudad, especialmente en los puentes, quedaron bloqueadas prácticamente durante todo el día. Hubo personas que se quedaron atrapadas en el interior de los coches y los autobuses.
Algunas de las zonas de Pekín donde se vivieron mayores problemas fueron en el Puente de Lishui (立水桥), al norte de la ciudad; en Guangqumen (广渠门), cerca de la parada de metro de Dongzhimen; en las cercanías de la estación de trenes del oeste (北京西) y el Puente de Lianhua (莲花桥); y en las más lejanas Tongzhou (通州) y Shijingshan (石景山). Por encima de todas estas zonas, la que más sufrió fue el Distrito de Fangshan (房山区), unos 38 kilómetros al suroeste del centro de la ciudad. De las 70.000 personas que han tenido que ser evacuadas, 20.000 eran de Fangshan.
Los internautas se quejan
A pesar de todo el dinero destinado a infraestructuras en las últimas décadas, Pekín dejó el pasado sábado en evidencia que no está preparada para las fuertes tormentas que caen todos los veranos. Es cierto que esta ha sido la peor tormenta de los últimos 60 años, pero los problemas con la lluvia no son ni mucho menos una novedad en la capital china. Otras ciudades, como por ejemplo Guangzhou, también sufren frecuentemente inundaciones debido a las fuertes tormentas.
Como suele pasar siempre que ocurre una desgracia en China, el gobierno y los medios oficiales han hecho hincapié en la heroicidad de los equipos de rescate y la solidaridad de los ciudadanos de a pie. Una nota de Xinhua, que recogían hoy en portada los principales portales de noticias del país (aquí en Sina, aquí en Netease), hablaba de la rápida reacción del gobierno, del buen comportamiento de los pekineses y del “espíritu de Pekín”. También se aprovechaba para destacar la muerte de Li Fanghong (李方洪), un policía que falleció el sábado intentando rescatar a varias personas que habían quedado atrapadas por el agua.
Los ciudadanos, sin embargo, no dejan de preguntarse por la mejor forma de evitar que las lluvias se puedan cobrar más vidas en el futuro. En QQ Weibo, por ejemplo, se publicó un gráfico en el que se explicaba el funcionamiento de los sistemas de alcantarillado no sólo de Japón, París y Alemania, sino también de China durante las dinastías Song y Qing. Los expertos se plantean otras medidas que se podrían llevar a cabo en situaciones de emergencia, como avisar a todos los ciudadanos con antelación a través de mensajes de móvil, hacer de forma temporal que las carreteras de pago sean gratuitas para evitar los atascos en los peajes, cancelar todos los grandes actos planeados en la ciudad, aumentar los horarios del transporte público o crear centros de acogida donde los ciudadanos puedan pasar la noche.
Como en otras ocasiones, medios de comunicación, portales de noticias y redes sociales han creado espacios donde honrar la memoria de los muertos y ponerse de luto. Al menos en Sina Weibo, han sido muchos los internautas que en vez de participar de la iniciativa han pedido responsabilidades al gobierno y han exigido que se actúe cuanto antes para evitar catástrofes como estas. La fecha tampoco le ha venido nada bien al gobierno, ya que hoy 23 de julio se cumple un año del accidente de tren de Wenzhou, que acabó con la vida de 39 personas y provocó todo un vendaval de protestas en Internet.
En Sina Weibo, una internauta decía que “no hay que permitir que el luto se convierta en una costumbre, lo que hay que hacer es crear un buen sistema de drenaje y alcantarillado”, una expresión muy repetida esta mañana en la principal red social de debate en China. El usuario HeYongSZ expresaba algo parecido: “Durante el luto por las víctimas de las inundaciones en Beijing es cuando debemos hacerle preguntas al gobierno, ¿cómo se puede evitar que algo así vuelva a suceder?”. Otra internauta no dudaba en afirmar que “esto no había sido una catástrofe natural, sino una catástrofe humana” provocada por la ineficacia de las autoridades.
Para acabar, os dejamos con algunos vídeos sobre las lluvias e inundaciones del pasado fin de semana en Pekín:
Sobre estas líneas, vista área de las inundaciones en Pekín.
Fuentes
• Especial de QQ News
• Especial de Netease
• La mayoría de las fotos provienen del Diario del Pueblo (vía Netease) y de Sina Weibo.
Está bien que la gente se cuestione la responsabilidad de las autoridades en este tipo de desastres. A la mínima que llueve, las calles de Beijing se inundan un palmo.
Me parece que es buen momento para que los chinos exijan una mejora en la infraestructura de la ciudad, para evitar catástrofes en el futuro. Si una sola tormenta ha provocado esto, qué se puede esperar el día en que se presente un fenómeno mucho mayor. Queda claro que Beijing y muchas otras partes de China son más apariencia que otra cosa, pero en las entrañas se presentan las principales fallas.
En la Ciudad de México, de donde soy, cada año llueve muchísimo durante el verano, y cada año hay varias inundaciones como la que ocurrió en Beijing. En parte es porque la ciudad se hunde varios centímetros anualmente por estar en suelo blando, y el drenaje ha perdido declive para llevarse el agua de lluvia, amén de los sismos que ocurren todos los días. Pero también se debe a la mala planeación de los gobernantes, a la poca educación cívica de muchas personas que tiran basura en las alcantarillas y a la mala calidad de los materiales del sistema de drenaje debido a la corrupción.
Ojalá en Beijing hagan algo, antes de que el agua les llegue al cuello.