Hace ya varios meses, Patricia Ortega realizó una entrevista por email a Daniel Méndez, el creador y director de esta página web. La idea era hablar con varios especialistas sobre China y publicar todas estas entrevistas dentro de los contenidos de la Editorial Debate. Por su interés, reproducimos esta entrevista a continuación (había un límite de 1.000 palabras), donde se habla de ZaiChina, los medios de comunicación, la sociedad china y el futuro del país:

1 – Cómo surgió la idea de ZaiChina y cuál es su principal objetivo?

ZaiChina nació en marzo de 2010 como un medio de comunicación on-line que apuesta por aportar una información alternativa y más profunda sobre China, hablando de temas como los medios de comunicación, Internet, la educación o los jóvenes chinos, todos ellos rara vez presentes en los medios tradicionales.

La idea es la de dirigirnos a un público que desea saber más sobre este país, aportando contenidos originales que no puedan encontrar ni en inglés ni en español en ningún otro sitio. Para ello utilizamos como fuentes a los blogueros, redes sociales y medios de comunicación chinos, intentando aportar una visión de cómo los chinos se ven a sí mismos, en lugar de cómo los occidentales ven a China.

2 – Vosotros ponéis el foco en los medios de comunicación chinos. ¿Son medios de comunicación o medios de manipulación? ¿Qué influencia real tienen sobre la población?

El panorama de los medios de comunicación chinos es variado y complejo. Aunque el Gobierno ejerce un control estricto sobre los medios de comunicación e Internet, esto no impide la existencia de una prensa reivindicativa que pone constantemente en entredicho el discurso del Partido Comunista de China.

A muy grandes rasgos, se puede hablar en el país de dos tipos de medios. Los primeros son aquellos que están firmemente controlados y financiados por el Gobierno (sea este central o local), quienes se rijen únicamente por cuestiones ideológicas y no tienen que preocuparse demasiado por su rentabilidad. Estaríamos hablando de medios como el Diario del Pueblo, la CCTV o la Agencia Xinhua, los principales órganos de propaganda del régimen.

Por otro lado, también existe un buen número de medios que, a pesar de contar con algún tipo de respaldo oficial por parte del Partido Comunista, son más independientes y necesitan obtener beneficios. Estos medios suelen abordar temas candentes de la sociedad china, como las desigualdades, la corrupción, las consecuencias de las reformas económicas, las protestas de los campesinos, la falta de seguridad en las minas de carbón o los abusos de poder por parte del Gobierno. Entre estos medios están revistas económicas como New Century Weekly (新世纪周刊), diarios como el Southern Metropolis Daily (南方都市报) o semanales como el Southern Weekend (南方周末).

En muchas ocasiones, y descartando los temas totalmente prohibidos por el Gobierno, el profesionalismo de estos últimos medios está a la altura del mejor periodismo internacional. En ZaiChina hablamos de ellos porque son los que están haciendo el mejor periodismo sobre este país y están llenos de informaciones y análisis muy interesantes que debido a las dificultades del idioma son innacesibles para nuestros lectores.

A pesar de su desprestigio generalizado, los medios de comunicación chinos tienen una gran influencia en la sociedad. Ellos son los que marcan la agenda informativa del país y los que trasladan no sólo información a los ciudadanos, sino también valores y entretenimiento.

Por otro lado, en China, más todavía que en otros lugares, la aparición de Internet ha ido minando en los últimos años la influencia de los medios tradicionales, permitiendo el surgimiento de nuevos canales donde aparecen frecuentemente (sobre todo en Sina Weibo, el principal servicio de microblogs del país) ideas alternativas, frescas e independientes.

3 – Cómo crees que se informa la población china en estos momentos?

La población china tiene hoy numerosos canales para informarse. Con el desarrollo económico ha llegado también la diversidad y especialización de los medios de comunicación: esto quiere decir que la oferta se ha multiplicado y cada vez hay más variedad, tanto en temática como en enfoques.

Mientras en las zonas rurales, que suponen más o menos el 50% de la población, la mayoría de la gente se informa principalmente a través de la televisión, en las zonas urbanas los jóvenes “viven” en Internet y en ocasiones basan su conocimiento del país en lo que leen en las redes sociales.

4 – ¿Cuáles son, en tu opinión, los principales problemas de la sociedad china y cuáles son sus principales ventajas?

Si hablamos de sociedad, yo diría que el principal problema en China es el materialismo y el capitalismo salvaje en el que ha caído en las últimas décadas. Si bien parte de este espíritu ha sido el que ha permitido enriquecerse al país, lo cierto es que también ha creado una sociedad en general muy individualista, egoísta y poco solidaria. De aquí viene también esa especie de vacío moral y falta de valores del país, donde lo único que cuenta para la sociedad es el número de ceros que tienes en tu cuenta bancaria. Es esta mentalidad también la que ha permitido un reparto muy desigual de la riqueza en los últimos años, lo que ha traído consigo una cada vez mayor diferencia entre ricos y pobres.

En cuanto a las ventajas de la sociedad china, yo destacaría cuatro. Primero, su capacidad de sacrificio y esfuerzo. Los chinos son por lo general gente muy trabajadora que está deseando salir de la pobreza y que valora muchísimo el esfuerzo. Segundo, su apertura al mundo. Los jóvenes chinos están deseando aprender de los países desarrollados y obsesionados, por ejemplo, con el aprendizaje del inglés. Tercero, su carácter emprendedor, que les hace capaces de montar un negocio en cualquier sitio, generando riqueza a su alrededor. Y cuarto, su pasión por las nuevas tecnologías, una buena garantía para el desarrollo del país en el siglo XXI.

5 – Hagamos un poco de “futurología”, ¿cómo imaginas China dentro de 5-10 años?

Si somos optimistas, en los próximos diez años podríamos ver importantes avances sociales, como la creación de un sistema de seguridad social público, el fin del sistema de registro o hukou, la relajación de la política del hijo único y mayores libertades en la sociedad civil (aunque es difícil pensar en un cambio de modelo político). De conseguir avanzar escalones en la economía global, esto se vería acompañado de un mejor reparto de la riqueza y mayores niveles de bienestar.

Una previsión pesimista podría abarcar prácticamente de todo. Si el país no consigue cambiar su modelo productivo basado en la exportación y la mano de obra barata, China podría sufrir una importante crisis económica. De continuar por el actual camino, se podría vivir algún episodio de catástrofe medioambiental o sencillamente poner en evidencia que el actual modelo de desarrollo es insostenible. De continuar las desigualdades, seguirá habiendo importantes tensiones sociales que convertirán a este país (si no lo es ya) en una olla a presión a punto de estallar en cualquier momento.

Probablemente el futuro se encuentre en un término medio.