Junto con el resto de la delegación de Chonqging, Bo Xilai (uno de los dirigentes chinos más poderosos, polémicos y mediáticos del país) se encuentra estos días en Pekín participando de la Asamblea Popular Nacional. En esta ocasión, sin embargo, el comportamiento de Bo Xilai parece haber cambiado: aunque en el viaje de avión hasta la capital china hicieron la tradicional partida de tarta e incluso bebieron champagne, este año no se entonaron canciones comunistas.
Esta anécdota, contada (y publicada) en los círculos periodísticos chinos, muestra el cambio que ha vivido el secretario general de Chongqing durante el último año. Si en 2011 buscaba a los periodistas, defendía con entusiasmo la herencia maoísta y no dudaba en mostrarse como un político diferente, durante estos días se le está viendo en Pekín rehuyendo a la prensa, centrándose en cuestiones económicas y elogiando sin cesar el liderazgo de las autoridades centrales.
Incluso el alojamiento escogido este año por la delegación de Chongqing parece apuntar intencionadamente a un perfil bajo. Los delegados de esta región han sido los únicos que se han alojado en el Hotel del Gran Salón del Pueblo (人民大会堂宾馆), que se encuentra a tan sólo dos minutos andando del lugar de las reuniones y conferencias de prensa. Un periodista pequinés afirmaba lo siguiente sobre este hotel: “Normalmente no hay muchas oportunidades de venir aquí, da la sensación de que es un lugar un poco misterioso”.
Aún así, Bo Xilai (y toda la delegación de Chongqing) ha sido perseguido por la prensa en todo momento. Sus imágenes por los pasillos del Gran Salón del Pueblo, en el hotel o durante las reuniones han corrido como la espuma por Internet y han aumentado el morbo de esta cita política. Hasta febrero de este año, todas las quinielas apuntaban a que Bo Xilai podría entrar en el Politburó Permanente del Partido en el histórico cambio de poder que viviremos a finales de este año y principios de 2013. Desde el misterioso caso Wang Lijun (del que no se han aportado novedades durante estos días), todos los medios buscan alguna pista en su entorno para saber su reacción y discernir si todavía tiene alguna posibilidad de llegar a lo más alto del Partido Comunista.
A pesar de este intento por pasar desapercibida, lo cierto es que la delegación de Chongqing ha pronunciado algunas declaraciones interesantes. Nada más poner un pie en Pekín, el alcade de esta prefectura de unos 30 millones de habitantes, Huang Qifan (黄奇帆), declaraba que cualquier reforma en torno al sistema de registro (hukou) debería ir en la misma línea marcada por las autoridades centrales. Tanto Huang Qifan como Bo Xilai han intentado recalcar en los últimos días su fidelidad a Pekín, al Consejo de Estado y a las figuras de Hu Jintao y Wen Jiabao. El mismo Bo Xilai ha destacado en los últimos días en varias ocasiones la importancia del “desarrollo científico”, el concepto que el Presidente y Primer Ministro “inventaron” al principio de su mandato.
A diferencia del 2011, en este año el discurso ideológico y las referencias al maoísmo han brillado por su ausencia. Bo Xilai y Huang Qifan han decidido apostar por las cifras económicas para defender su modelo de Chongqing. En una entrevista el 6 de marzo con la China National Radio, el alcalde afirmaba que Chongqing era líder del país en 17 o 18 áreas económicas. Según sus cifras, esta región fue durante el 2011 el lugar de China donde se crearon más empresas (un 23% más), donde más creció el comercio exterior (un 100%) y donde el desarrollo económico no ha provocado más desigualdades, ya que el coeficiente de Gini se ha reducido durante el último año. La imagen que ha dado la delegación de Chongqing ha sido la de una clase política preocupada por aumentar la calidad de vida de la gente sin aumentar las diferencias entre ricos y pobres. Todo esto situándose como ejemplo del creciente desarrollo económico en las todavía atrasadas regiones del interior de China.
En su defensa de Chongqing, y probablemente también de sus ambiciones políticas, Bo Xilai ha contado con el apoyo (o al menos la presencia) de Zhou Yongkang, el número nueve del Partido e importantísimo miembro del Politburó Permanente. El morbo es todavía mayor porque Zhou Yongkang ha estado desde el 2007 al frente del poderoso Comité de asuntos políticos y legislativos, una institución que se encarga de hacer cumplir la ley y a la que se presupone el control de los aparatos de polícia y seguridad del Estado. Zhou Yongkang ha sido el hombre fuerte en este sentido durante los últimos años, y muchos apuntaban hacia Bo Xilai como su futuro sustituto en el cambio de poder de este año debido a su lucha contra la corrupción en Chongqing.
Es por eso que la imagen de Zhou Yongkang y Bo Xilai juntos el 8 de marzo, en una de las deliberaciones de la delegación de Chonqing (no hay que olvidar que Zhou sirvió durante años como secretario general de la cercana provincia de Sichuan) ha despertado todo tipo de especulaciones. ¿Aún conserva Bo alguna posibilidad de llegar a lo más alto del Partido? Todavía nos quedan unos meses para responder a la pregunta, pero, al menos de momento, Bo Xilai ha venido a Pekín a hacer amigos.
Más
► ZaiChina: todos los artículos sobre la lianghui del 2011
Fuentes
► Netease: Bo Xilai discute el modelo de Chongqing / Bo Xilai no aparece con la delegación de Chongqing
► QQ News: Fotos de Bo Xilai / Entrevista con el alcalde de Chongqing en China National Radio /
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