Guo Meimei era una joven de 20 años a la que le gustaba comprarse bolsos caros, conducir su Lamborghini y sacarse fotos con el iPhone. La joven parecía el ejemplo perfecto de nueva rica pija. A tan tierna edad, su vida estaba ya encaminada hacia un mar de “felicidad” basado en sus coches deportivos, sus compras en las tiendas de moda y sus viajes en avión entre Shenzhen, Pekín y Australia.
A pesar de las desigualdades entre ricos y pobres, la ostentación de Guo Meimei (郭美美) podría haber pasado desapercibida. Sin embargo, en su perfil de Sina Weibo, donde además contaba con una cuenta verificada, esta joven decía que trabajaba como directora general del apartado empresarial de la Cruz Roja China. Cuando los internautas descubrieron su profesión sobre el 21 de junio, Guo Meimei se convirtió en pocas horas en un nuevo fenómeno de Internet y dio rápidamente el salto a los medios tradicionales de todo el país. Cientos de miles de comentarios ponían en el ojo del huracán a esta chica por haberse apropiado indebidamente del dinero de todos.
Los buscadores de carne humana se pusieron como locos a destapar trapos sucios de Guo Meimei y llenaron de rumores la Red. Prácticamente todos pensaban que esta chica había conseguido su puesto de trabajo debido a su parentesco o relación sentimental con alguno de los grandes jefes de la Cruz Roja. En vista de la vida que llevaba Guo Meimei, muchos internautas también tomaron una decisión: nunca más dar un yuan a esta famosa asociación caritativa.
El caso de esta joven de 20 años se añade a otras polémicas que ha vivido la Cruz Roja China en los últimos años. Tras el terremoto de Sichuan de 2008, cuando esta asociación recolectó 735 millones de dólares, surgieron críticas por el uso indebido de esos fondos. En abril de este año, una factura en un restaurante por valor de 9.859 yuanes (1.500 dólares) a nombre de la Cruz Roja volvía a indignar a los internautas. Para acabar con todas estas sospechas, el 26 de junio las autoridades chinas denunciaban cinco problemas financieros en esta asociación caritativa, que llevaba siendo investigada desde principios de 2011.
Por su parte, el mismo 26 de junio tanto Guo Meimei como la propia Cruz Roja declaraban que no tenían ninguna relación. La joven de 20 años afirmaba que nunca había trabajado para la Cruz Roja y que había mentido en su perfil de Sina Weibo. Aún así, el caso se había vuelto demasiado grande y ya era demasiado tarde: la Cruz Roja China estaba en el punto de mira.
Una organización gubernamental
La semana pasada, el Nanfang Zhoumo (Southern Weekend, 南方周末), uno de los semanales más prestigiosos del país, se tomaba muy en serio este tema y le dedicaba la portada y varios reportajes interiores. El más destacado de todos se titula “La Cruz Roja con características chinas”, donde explica la forma en la que las circunstancias políticas, sociales y económicas han creado una Cruz Roja China con una organización y valores muy distintos a los que se le presuponen.
Para empezar, el Nanfang Zhoumo no define a la Cruz Roja China como una ONG, sino como una “organización caritativa gubernamental” (官办慈善组织). Esta diferencia es clave y es uno de los puntos que a lo largo del reportaje se analiza en mayor profundidad. Por distintos motivos históricos y políticos, la Cruz Roja está fuertemente vinculada con el gobierno chino y no funciona de forma independiente.
Estos son algunos de los puntos que menciona el Nanfang Zhoumo y que dejan muy claras las conexiones entre Gobierno y Cruz Roja:
– La organización caritativa recibe todos los años 800 millones de yuanes por parte del gobierno (unos 123 millones de dólares), al menos según los últimos datos publicados, que hacen referencia al año 2007.Una cifra de dinero similar llega a través de donaciones.
– Su estructura es enorme y casi tan burocratizada como la del Gobierno. Tiene 31 sedes provinciales repartidas por todo el país, 333 sedes a nivel de prefectura y 2.860 a nivel de condado.
– La Cruz Roja China responde ante el Consejo de Estado, el máximo órgano ejecutivo del gobierno. Aunque en 1994 se registró en el Ministerio de Asuntos Civiles, su estructura y funcionamiento ha cambiado muy poco.
– El presidente de la Cruz Roja China se encarga también de temas de educación y cultura en el gobierno central. Los miembros del consejo de la Cruz Roja, que supuestamente deben controlar sus cuentas, son casi todos empresarios de grandes compañías estatales chinas.
– Los trabajadores de la Cruz Roja China (6.745 a tiempo completo) son considerados funcionarios y se les clasifica según las 15 categorías que hay para los trabajadores del Estado. Según estas categorías reciben un sueldo o unas comisiones determinadas por parte del Gobierno.
– En China, pedir donaciones a los ciudadanos es una actividad muy restringida. Cuando se produce algún desastre especial, como el terremoto de Sichuan de 2008, el Gobierno intenta canalizar todas las donaciones hacia la Cruz Roja. Como explica el Nanfang Zhoumo, esta asociación tiene “el monopolio de las donaciones”.
– A pesar de todos estos donativos, la Cruz Roja no gestiona ese dinero de forma directa e independiente. Para ello, como para los cambios de personal, necesita la aprobación del Gobierno (sea central o local).
Todos estos motivos llevan al prestigioso semanal a marcar claramente las diferencias entre la Cruz Roja internacional (presente en 186 países) y la china. Para ello, el reportaje cita los principios de humanismo con los que nació la Cruz Roja: justicia, neutralidad, independencia y servicio voluntario. Mientras que la Cruz Roja Internacional “desde su fundación ha mantenido meticulosamente la distancia con todo tipo de fuerza política o económica”, en el caso de China está claro que su dependencia del gobierno ha “alienado” los principios de esta ONG.
Una persona del mundo de las ONGs que prefería mantenerse en el anonimato afirmaba lo siguiente al Nanfang Zhoumo:
“En China, hoy, el mayor problema de las instituciones benéficas es que la contratación de los encargados no tiene ninguna relación con los donantes de dinero. El dinero lo entregan los donantes, pero los responsables de la institución son nombrados por los políticos locales. Las personas al cargo de las instituciones benéficas sólo responden ante los gobiernos locales”.
Falta de transparencia
En el ámbito de la transparencia, la Cruz Roja China básicamente no rinde cuentas ante nadie, no se hace un seguimiento estricto de sus ingresos y gastos y no tiene que responder ante los donantes de dinero. Mientras en otros países la Cruz Roja publica de forma religiosa todos sus movimientos financieros, en el caso de China estos informes prácticamente no existen. Según el propio Wang Zhenyao (王振耀), uno de los responsables del Ministerio de Asuntos Civiles, el nivel de transparencia de la Cruz Roja China todavía está muy lejos de los estándares internacionales.
En la web de la Cruz Roja China, por ejemplo, lo único que un donante puede hacer es asegurarse de que su dinero ha llegado a la cuenta bancaria de la institución benéfica. Sin embargo, no se explica a qué se dedica ese dinero ni cómo se distribuye su presupuesto. En su web, las estadísticas y datos que se ofrecen sólo llegan hasta el año 2007. Todo funciona de puertas a dentro. Como decía el Nanfang Zhoumo, “para el público, la Cruz Roja China siempre ha sido una enorme organización misteriosa” y ahora mismo está atravesando una “crisis de confianza”. “La luz del sol es el mejor desinfectante”, concluye el semanal.
Conexiones con el mundo empresarial
El caso Guo Meimei ha puesto también sobre la mesa la conexión entre el mundo empresarial y la propia Cruz Roja China. Utilizando el nombre de la famosa asociación internacional, un grupo de compañías se está aprovechando de su nombre y su exposición para desarrollar sus negocios, sobre todo en el mundo de la publicidad. Entre las que han salido a la luz están Tianlue Group (继天略集团), la empresa Wangding (王鼎公司) o la empresa de inversiones Zhonghui Boai (中红博爱). A distintas personas de estas empresas se las ha relacionado con Guo Meimei.
Fuentes
► En inglés, sobre todo información sobre Guo Meimei: ESWN / Joshuaongys / The New York Times / China Smack / Asian Correspondant
► En chino: cuatro artículos sobre la Cruz Roja China publicados por el Nanfang Zhoumo: “中国特色”的红十字会 / 中国红十字会的信任危机 / 慈善背后的商业世界 / 草根NGO更应该向政府要拨款——访原民政部慈善促进司司长王振耀
► La cuenta de Guo Meimei en Sina Weibo
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