Mario Saavedra: “El día que olvidemos el asunto de los derechos humanos nuestra profesión habrá perdido el sentido”

por | Abr 11, 2011 | Lo último, Medios de comunicación en China

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Después de tres años y medio informando desde Pekín para CNN+ y Cuatro, Mario Saavedra ha hecho las maletas y ha cambiado la capital china por Nueva York, donde será el corresponsal del canal económico Business TV. La venta de la cadena de televisión Cuatro a Telecinco, junto con una nueva oportunidad laboral, nos han hecho perder la figura estirada y la mirada seria de este corresponsal que en los últimos años nos informó sobre el terremoto de Sichuan, los Juegos Olímpicos, la Expo de Shanghai o el premio Nobel de la Paz a Liu Xiaobo.

A pocos días de abandonar Pekín, Mario Saavedra hizo con ZaiChina repaso personal y profesional de su trabajo en China: es crítico con las elites que gobiernan el país, está agradecido por el cariño de la gente, convencido de que no se pueden dejar de denunciar las violaciones de derechos humanos y muy crítico con la deriva sensacionalista de algunos medios de comunicación en los últimos años…

– ¿Cómo llegaste a China?

Llegué de rebote total, porque yo estaba trabajando en CNN+ y Cuatro en Madrid. Mi pareja consiguió un trabajo en Pekín, yo me vine con ella y le propuse a mi televisión empezar aquí algo. Al principio era una colaboración esporádica y luego ya montamos la oficina y empezamos a hacer las cosas como Dios manda.

– En los últimos tres años y medio, ¿ha cambiado en algo la información que se genera sobre China?

No sé si hay pasión por la información sobre China. Es algo que me cuesta percibir desde aquí, pero desde luego la gente con la que hablo en Madrid me dice que China y la información sobre China están de moda. Es evidente que el efecto de los Juegos Olímpicos tiene mucho que ver. También el hecho de que haya tantos periodistas españoles aquí. Si hablas con periodistas italianos yo creo que hay siete u ocho, pero periodistas españoles hay unos 30. Somos los press corps, no sé si los más numerosos, pero sí uno de ellos. Y eso supongo que es porque realmente interesa. Algunos tienen colaboradores, otros periodistas expatriados, hay mucho rango, algunos están mejor, otros están peor… pero hay muchos y de aquí sale mucha información.

– ¿Y en cuánto a la calidad de esa información?

Yo diría que ha bajado, pero no por lo que pasa aquí en China sino por la crisis económica en España. Yo conozco a periodistas que antes viajaban dos veces al mes a hacer reportajes y ahora les han dicho que sólo cuando haya algún gran acontecimiento porque o han despedido a gente en su medio, o están recortando gastos, o las dos cosas. Esto sin duda perjudica a la información. Luego también es verdad que en España el material propio no se valora tanto como en los países anglosajones. Se tira mucho de agencias y todos los medios tienen que tener la misma noticia, porque si el medio de la competencia la tiene y tú no, pues eso parece que está mal visto. Sin embargo, en otros países es al contrario, tener la misma noticia que la competencia está mal, tienes que tener algo propio. En España tienes que tener lo mismo que tiene todo el mundo. Creo que es un problema de los medios en España, no en particular de los corresponsales en China.

– ¿Y en cuánto a la televisión?

La tele es un medio maravilloso porque tienes todos los elementos que ofrecer al espectador, no tienes que desvivirte en una descripción porque las imágenes lo describen. Yo creo que la tele es el mejor medio de comunicación. Realmente creo en la tele. Pero es verdad que la televisión en China es extremadamente complicada, porque si los periodistas en China tenemos algo de no sé si enemigos públicos pero desde luego gente sospechosa, cuando sacas una cámara realmente la cosa se pone muy seria. Trabajar con cámara en Pekín era razonablemente fácil hasta hace poco, fuera de Pekín es muy difícil. Y si vas a algún pueblo donde hay algún problema o algún oficial corrupto, pues hay miles de imágenes de gente que les tira piedras, les echa del lugar, les rompe la cámara, esto es algo bastante habitual. Entonces, la cámara, en China, es un problema.

Uno de los inconvenientes que tiene la televisión es la falta de tiempo, por ejemplo en los telediarios. Muchas noticias, para explicar situaciones bastante complejas, tan sólo tienen unos 90 segundos…

Sí, o 30 segundos. Ahora hay crónicas en televisión que duran 30 segundos, que es básicamente la misma información que recibirías echando un vistazo a cualquier página de Internet. Es verdad que esto es un auténtico drama. Esto ya no depende del periodista, depende de las compañías, de las empresas. TVE sigue haciendo muy buena información, con mucho tiempo, pero es una televisión pública que no tiene necesariamente que competir con las audiencias. Y en lo otro sinceramente yo creo que la cosa se está degradando a peor. No sólo por la longitud sino por el tipo de información que se pide. Cada vez se pide más lo anecdótico, lo visualmente llamativo y menos lo relevante. Se pierde interés por la información relevante y se gana interés por la información espectáculo. Hay muchísimas excepciones, y yo por ejemplo en CNN+ pude hacer algunos documentales, que para mí es lo más interesante que he hecho, de media hora incluso, con pocos medios pero con muchas ganas, y eso desafortunadamente parece que ahora se está acabando. Yo no veo muchos sitios donde se compre un documental de media hora. Los medios catalanes están mejor, los vascos están mejor… y bueno, los nacionales… pues ahí van.

– Hablando de los controles del gobierno chino sobre los periodistas extranjeros, ¿te has sentido vigilado por el Gobierno? ¿Han controlado tu email? ¿Te han seguido cuando has hecho algún reportaje? ¿Te han investigado?

Sí, sí, sí, yo diría a todo que sí. Y eso que yo soy un pez muy pequeño. No creo que tengan mucho interés en lo que una televisión española tenga que decir, pero a pesar de todo eso, yo sé positivamente que me han controlado el email, me lo han cortado… Cada vez que recibo un email de Human Rights China, por ejemplo, se me corta el email. Para poder leerlo tengo que abrir el sistema anti-censura, que ahora también lo han bloqueado.

He sido interrogado y amenazado, como todos los compañeros. Me han amenazado con castigarme si seguía informando, por ejemplo, sobre las revueltas del jazmín que nunca hubo. Me han golpeado, me han roto la cámara, me la han quitado. Pero bueno, yo creo que no es tan grave como puede parecer. Si sabes un poco donde no puedes sacar la cámara, pues probablemente no te la rompan. Pero realmente yo diría que debe de haber pocos sitios, quizas Irán, por supuesto Arabia Saudí, donde los medios estén tan maltratados. No digo que sea igual, porque por ejemplo aquí en Pekín, hasta hace bien poco, se trabajaba bastante a gusto. Los problemas eran sobre todo fuera de Pekín. Son cosas bastante sucias y que además no tienen ningún sentido, que lo único que hacen es que al final tú te veas obligado a contar eso porque es algo que muestra el estado de nervios, y entonces eso es algo que daña la imagen de China. No consiguen ningún beneficio. Yo creo que es un desastre total la política que en ocasiones tienen hacia los medios. En otras ocasiones es excelente, no es siempre así, pero estoy contando sobre todo los casos más extremos.

– Una de las formas en las que el gobierno chino pretende mejorar su imagen es a través de los medios de comunicación que tiene en otros idiomas. ¿Crees que mejoran algo la imagen de China en el mundo?

Yo diría que por ahí no van bien. Si lo que quieren realmente es aportar la visión china del mundo, tienen que liberalizar sus medios. Pero eso de nuevo choca con los intereses de la elite gobernante. No conozco absolutamente a nadie en España que siga un medio chino en español, y eso que los tienen, porque los tienen traducidos a casi todos los idiomas importantes. Pero nadie los sigue porque les falta credibilidad. Yo creo que la esencia es la credibilidad, y para eso tienen que liberalizarlo y tienen que estar dispuestos a que se critique al Gobierno, incluido al Presidente y al Primer Ministro, algo que ahora mismo es impensable.

– Uno de los temas de los que se suele hablar mucho es de la capacidad de los corresponsales para comunicarse en chino… ¿lo consideras algo importante? Es una crítica que se hace con mucha frecuencia

Yo tengo un nivel básico-intermedio. La crítica tiene parte de razón, pero también es verdad que todos los periodistas extranjeros usamos traductores. O sea, que el idioma no va a ser una barrera para obtener la información, pero sí va a ser una incomodidad añadida, porque tiene que haber un intermediario, un traductor que te traduce. Entonces, tus ojos son un poco los suyos. Y eso es sin duda una pega. También es verdad que aprender chino requiere una cantidad de esfuerzo que un corresponsal que tiene que hacer un cierto número de crónicas no puede permitirse. Hay gente a la que se le dan mejor los idiomas, hay gente a la que se le dan peor… Yo soy de los que se le dan bastante regular y no le he dedicado el tiempo que se requiere, que son tres años a tiempo completo para arrancar. En resumen, yo creo que no afecta a la calidad de la información, pero sí a la complejidad con la que la adquieres.

– ¿Tienen mucha influencia los medios anglosajones en la información internacional? ¿Marcan la agenda informativa?

Marcan, marcan la agenda informativa. Yo siempre he dicho que los medios que habría que controlar son Reuters y Associated Press, porque son los primeros en estar en cada sitio y son los que marcan la agenda. Entonces es muy importante saber quién controla esos medios y saber si tienen alguna agenda. Porque eso nos guía a los demás, sobre todo a los medios más pequeños como somos los españoles, que tenemos muy pocos recursos. Mucha voluntad y muy pocos recursos hacen que al final tengas que seguir los pasos de otros medios.

Para análisis, para comprender la realidad, desde mi punto de vista el mejor periódico del mundo es The Guardian, la mejor televisión la BBC, ambos son anglosajones. Y para mí el periodismo que hacen es el que me gustaría hacer algún día. Entonces, sí, también los análisis que aplican, yo creo que mentiría quien dijera que no le influyen. Marcan la agenda porque además son buenos, saben qué es noticia y qué no. Si algún día nos aproximamos un 20% a lo que son ellos ya estaría de puta madre.

– Otra de las críticas que se suele hacer a los medios occidentales es que son muy parciales, muy anti-chinos…

Yo diría que no. Los medios desde luego no, igual las sociedades sí tienes ciertos prejuicios, pero los medios, yo creo que allá donde van, tienen que tener un ojo crítico del sitio donde están. Yo si fuera corresponsal en EE.UU. [como así será] tendría el mismo ojo crítico y trataría de buscar las cosquillas a aquellos temas que yo considerara relevantes. No creo en esta distinción entre noticias buenas y noticias malas y un equilibrio entre ambas, porque no tiene sentido. No diría que una noticia buena no es noticia, en ocasiones sí, pero creo que no es nuestro trabajo. Como me decía un compañero, el día que olvidemos el asunto de los derechos humanos, yo creo que nuestra profesión ha perdido el sentido, porque al final se trata de seres humanos, y esa es la clave. No creo que haya que hacer balance, ni que los medios occidentales quieran desacreditar a China. Igual hay prejuicios, por falta de conocimiento, yo los tenía sin duda al venir aquí, y algunos se me habrán quitado. Pero yo no creo que haya campañas contra China. De hecho, por ejemplo, yo diría que el 30%-40% de las noticias sobre China, que son económicas, son realmente positivas. Lo que acabas diciendo es que China crece como una máquina, que ha superado la crisis. Pero en general yo creo que es una cobertura equilibrada.

– ¿Qué prejuicios son esos con los que venimos a China?

Pues por ejemplo, de cómo eran los chinos de verdad. Igual suena un poco ridículo, pero yo a los chinos les quiero. Cuando estoy en Madrid, les echo de menos. Y me parece una sociedad fantástica, creo en esta gente, creo en la visión del chino de a pie, que es voy a currar y voy a progresar, porque es lo que me toca hacer… y luego iré viendo. Es verdad que no tengo la misma opinión de las elites chinas. No por prejuicio de clases, sino porque realmente creo que las elites en China se lo están llevando crudo a costa de la mayoría de los chinos, de los 1.000 millones de personas que aún son pobres o tienen que pelear duro para salir adelante.

Aunque la elite gobernante haga algo de bien para el país, yo creo que su principal objetivo es mantener el status quo porque les es muy rentable. Y nadie suelta el poder cuando lo tiene. Esto es un hecho.

– ¿Crees en la eficacia del gobierno chino? ¿Es más eficaz que una democracia?

Tiene aspecto de más eficaz a corto plazo, porque digamos que lo que quieren hacer, lo hacen. Por eso, para construir carreteras, construir edificios o dictar políticas económicas está bien. Pero yo creo que la historia ha demostrado que una economía totalmente centralizada o muy centralizada como esta y que la connivencia entre el poder político y económico ralentizan las economías. Hay algunos que consideran que para estadios iniciales de desarrollo puede ser conveniente, pero yo creo que China ya está preparada para el siguiente paso. Y si no se liberaliza políticamente, su economía tiene un techo de cristal que no va a superar. No sé cuándo llegará, pero creo que es imprescindible una reforma política y creo que ellos lo saben.

– A pesar de las desigualdades y la corrupción, los recientes llamamientos a una revolución del jazmín nos han dejado claro que los chinos no están lo suficientemente indignados… ¿Crees que esto va a cambiar?

Por lo que he podido hablar con, digamos el pueblo chino, intelectuales, abogados, etc… creo que hay más conocimiento y más ira contra las elites que ellos consideran corruptas de lo que parece. Pero ellos se plantean el coste beneficio. El coste de dar cualquier paso adelante es muy alto. Y el beneficio muy bajo. Cualquiera que se retrate va a tener muchos problemas y muy pocos le van a secundar. La represión es efectiva y por eso en parte no hay más gente protestando. También creo que en China ahora mismo se valora más la estabilidad que la libertad. Como dice alguna gente, es la “lección de Tiananmen”. Un pacto social implícito de que si no te quejas políticamente, intentaremos permitir que te desarrolles económicamente.

– Los intentos de revueltas del jazmín también nos han demostrado que utilizar Internet en China para este tipo de movimientos no es nada fácil ya que los llamamientos acaban todos censurados… El control sobre la información es muy eficaz, ¿no?

Sí, a veces le ves el fallo y te entra la risa… Yo ahora por ejemplo estaba preguntándome por qué está censurada la página de vídeos de imdb, Internet Movie Data Base. No tiene ningún sentido. O, por ejemplo, porque censuran ciertas películas y luego vas a cualquier tienda y te las encuentras allí. La respuesta que yo he encontrado es que lo que ellos hacen es un control de daños: a ellos nos les importa que haya algunas elites que sepan todo y que utilicen sistemas anti-censura y demás para escabullirse, porque lo consideran una elite informada y ya incorporada al Partido. Lo que les preocupa es que las grandes masas tengan acceso sin límites a la información.

El control de Internet es muy “bueno”, quiero decir, muy eficaz, pero la gente que quiere se lo salta como le da la gana. Yo todos los chinos universitarios que conozco, si tienen cualquier interés, se enteran de lo que quieren. Por ejemplo, utilizando micro-blogs, que es una cosa interesantísima que está pasando. Pueden borrar los contenidos, pero éstos son copiados y transmitidos por otros… Al final, si quieren se acaban enterando, pero la censura sigue siendo eficaz.

– Un corresponsal en China casi siempre se suele ocupar de muchos otros países… Es lo que algunos medios llaman corresponsales Asia-Pacífico, que se ocupan desde India, Australia o Japón hasta Indonesia, Vietnam y Birmania…

Es un desastre. Si ves los medios franceses o los ingleses, tienen gente donde la tienen que tener. Porque ya me dirás tú lo que sabe alguien que está en China de… Filipinas, por ejemplo. Pues absolutamente nada. Es verdad que dados los recursos que tienen los medios españoles tiene cierto sentido. Yo he estado básicamente en China. Sólo he ido a Japón, pero la mayoría de corresponsales en Pekín cubren Birmania, Corea, Tailandia…

Respondiendo a la pregunta yo diría que es una putada, porque tienes que abarcar mucho; para el periodista es genial, porque realmente tienes un montón de sitios interesantes donde hacer temas. Pero creo que en un futuro, cuando los medios españoles sean de primera división, si eso alguna vez llega a ocurrir, tendremos que tener más corresponsales…

– Recientemente has estado en Japón cubriendo el terremoto, tsunami y crisis nuclear… ¿Cómo fue esa experiencia?

Periodísticamente yo creo que es la cobertura más complicada que he hecho, porque no se podía llegar al norte (yo no lo conseguí y muchos de mis compañeros tampoco). Pero gracias a Dios, porque parece ser que llegar al norte suponía ciertos riesgos para los que los medios pequeños no estaban preparados. Otros estuvieron allí. Hubo mucho debate sobre si había que evacuar o no había que evacuar. Para mí la cobertura fue totalmente extraña. Porque ibas a cubrir un terremoto y un tsunami y acababas cubriendo una crisis nuclear, que nadie sabe cómo cubrir. Yo no sé cómo cubrirla, y creo que prácticamente nadie de los que había allí sabía. Ha sido una cobertura muy extraña que no sabría como describir.

– Tú estudiaste física antes que periodismo, ¿verdad?

Sí, sí.

– No sé si eso te ha valido de alguna forma en esta China liderada por un ingeniero hidráulico (Hu Jintao) y un geólogo (Wen Jiabao), y en un país donde el “desarrollo científico” se ha convertido en uno de los eslóganes más repetidos por el Gobierno.

No, yo diría que no. Yo creo que el haber estudiado física si en algo me ayuda es a ver las cosas igual desde otro prisma. Algunos compañeros se ríen de mí porque me dicen que cuando escribo o cuando cuento las cosas parece que soy un poco más aburrido. Intento ser como más… no científico, pero intento ser más riguroso. Muchos compañeros se han reído de mí por este toque científico. Pero yo creo que es algo que ya me queda muy lejano y que lo único que ha hecho ha sido ponerme una estructura cerebral que igual es un poco distinta, y no sé si eso se nota en el trabajo. Pero para comprender China creo que no me ha ayudado.

– Ahora te vas… ¿por qué te vas?

Me voy porque tengo otra oportunidad de trabajo en otro sitio. Porque tengo una sensación de que en China, aunque por supuesto que no está todo hecho, la siguiente opción ya es quedarte para largo plazo. Y mi visión del periodismo es la de que un periodista tiene que llegar al sitio de una forma un poco más ingenua, tiene que haber expertos, pero no es lo que quiero ser. Además, las condiciones de trabajo aquí se están volviendo cada vez más duras. Mi televisión, el grueso de donde yo trabajaba, CNN+, la han cerrado, y en la otra televisión pues el tipo de periodismo que piden no es de mi gusto… entonces tengo otra oportunidad en otro sitio y me marcho.

– Para acabar, ¿hay alguna página web sobre China que te guste especialmente?

Yo diría ZaiChina, de verdad… No hay ninguna página web en inglés que siga especialmente. Para temas sociales u otras páginas, están ChinaGEEKS o Danwei, pero yo sobre todo sigo a periodistas extranjeros. Sigo a Tania Branigan, que me gusta mucho. Para temas de medio ambiente, a Jonathan Watts, que además es majísimo. The New York Times no lo veo mucho, no sé por qué, no me termina de gustar. La BBC todo lo que tiene siempre lo veo.

En español, diría ZaiChina y Chinochano, porque la verdad es que no hay mucho más. En inglés más bien sigo lo que publican periodistas. No soy muy bloguero.

– ¿Y en cuánto a los medios chinos?

Pido que me traduzcan un poco lo que dice el Nanfang Zhoumo. Antes también Caijing, ahora un poco menos. Para dar la versión oficial, que es gran parte de lo que tenemos que hacer, leo el China Daily, Global Times, Xinhua… Cuando quieres saber la visión oficial del asunto, porque no te van a aportar mucho más, acudes a estos medios. También le pido a mi traductor de vez en cuando que me traduzca algo de los microblogs.

Más

► En el canal de Mario Saavedra de Youtube puedes ver algunos de los trabajos que ha hecho sobre China en los últimos tres años y medio.

Daniel Méndez
Daniel Méndez es el autor del libro "136: el plan de China en América Latina", publicado en 2019 y que explica en profundidad las crecientes relaciones políticas y económicas entre el gigante asiático y el continente americano. En 2010 creó la página web ZaiChina. Es Licenciado en Periodismo y Estudios de Asia Oriental. Colaboró desde Pekín con varios medios de comunicación (entre ellos El Confidencial, Radio Francia Internacional, El Tiempo y EsGlobal) y es el autor del libro "Universitario en China. Así son los futuros líderes del país". [Más artículos de Daniel Méndez]

16 Comentarios

  1. Luis

    Buenas preguntas, y respuestas sinceras y muy directas.
    Una pena que se haya tenido que marchar, y esperemos que puedan venir otros y que Mario Saavedra tenga suerte en su nuevo destino. 
    Y tiene razón en relación a que Zai China es de lo mejor que se está haciendo en español sobre China. 

  2. ZaiChina

    Muchas gracias por tu comentario, Luis.

    Por desgracia, al menos hasta donde yo sé, en este caso concreto no vendrá nadie a sustituir a Mario Saavedra. Parece ser que Telecinco tiene otras prioridades.

     

  3. Eli

    Buena entrevista y mejor entrevistado. Ha conseguido que mi opinión de los corresponsales en Pekín (que no era muy buena) haya mejorado. Pena que se marche.

  4. John

    Estupenda entrevista, cada día os superáis en contenidos en esta gran página. Sobre la marcha de Mario Saavedra, una pena, pero ya sabemos lo que significa la venta de Cuatro a Telecinco. Para ese canal la única información posible es el sensacionalismo de andar por casa y poca cosa más.

    Ya podían irse de China otros "profesionales" que no aportan nada.
    Saludos.

  5. Bea

    Me sorprendo al leer las dos últimas preguntas. Según lo que comenta Saavedra, da a entender que se limitaba a copiar lo que decían otros periodistas extranjeros. No leía The New York Times ni seguía ninguna página web en inglés en especial. Lo siento mucho, pero ¡qué vuelva la Calaf! Aunque no se pusiera a aprender chino al menos se molestaba un poco en enterarse de algo más que el Boletín Oficial Chino. Tremendo.
    Una cosa no quita la otra: mis felicitaciones a Zaichina.
    Saludos.

  6. chinochano

    He tenido muchos debates con Mario, pero sanos y caballerosos cual justas medievales (bueno, las justas medievales no sé si eran sanas…). Espero que los sigamos teniendo,aunque sea a distancia a través del Facebook o de los comentarios del blog… En todo caso, es un periodista con una inteligencia superior a la media (media = yo) y que estoy seguro llegará lejos. Nos veremos en la Gran Manzana…

  7. Vicky

    Bea, no tienes ni idea de lo que es ser periodista en China y si la tienes, está muy equivocada. Mario Saavedra es uno de los mejores periodistas que ha pisado Pekín. Y sí, tú pide que vuelva Calaf, pero con la infraestructura (y el gasto) de TVE todo es más fácil…

  8. Vicky

    Ahí iremos los dos Chinochano. ¡Cuánto le echamos de menos en Pekín estos periodistas "que no aportamos nada" ! Felicidades por la entrevista.

  9. José Luis

     Excelente entrevista (como siempre)
    Felicidades Danl.

  10. Aorijia

    ¡Qué buena la entrevista! Aun no compartiendo algunos de sus puntos de vista, da una visión bastante clara de cómo funciona el periodismo. Eso sí, sigo sin ver por qué aprender el idioma del país sobre el que informas puede ser casi superfluo gracias a contar con traductores… Se suele decir que traducción es traición (y lo dice una traductora). Siempre hay algo que se pierde en la traducción y, por otro lado, no sólo está la posibilidad hablar con la gente o el contar con un acceso a medios escritos mucho más amplio que el par de periódicos que nombra: Están los foros, los blogs, hablar con los vecinos, poder hacerse un círculo de amigos chinos y salir así de los típicos guetos para expats… 
    PDT: En la pregunta sobre la parcialidad de los medios,  "yo creo que haya* donde van" debería ser "allá".

  11. ZaiChina

    Gracias por tu comentario, Aorijia, y especialmente por avisar del despiste ortográfico!!! En los próximos meses seguiremos publicando más entrevistas con los principales corresponsales españoles en China.

  12. Alma

    Me parece muy interesante que ZaiChina entreviste a los principales corresponsales españoles en China para profundizar sobre la labor informativa que están haciendo en el país y abrir un debate sobre las deficiencias y las dificultades, entre otros aspectos. Coincido con Aorijia en que dominar el idioma es fundamental para ofrecer una cobertura informativa de China que se desmarque de manera crítica de la agenda de los medios oficiales y la prensa anglosajona. Es cierto que tener conocimiento del idioma y del contexto histórico-cultural no garantiza que se lleve a cabo una buena labor periodística -hay otras aptitudes profesionales que debemos considerar, como los conocimientos técnicos, la movilidad, la capacidad de respuesta ante plazos de entrega,… -, pero a veces, como periodista, me pregunto hasta qué punto es ético proponerse trabajar como freelance desde un lugar a cuya realidad se va a tener acceso tan sólo parcialmente por las limitaciones lingüísticas y la falta de especialización previa. No obstante, en mi opinión, detrás de la irregular cobertura y el superficial tratamiento informativo que ofrecen los medios españoles sobre China está la propia lógica empresarial en el ámbito de la información internacional: ahorrar costes tirando de agencias, estrategias de periodismo ciudadano (colaboraciones por amor al arte),… Ante esta situación, comprendo perfectamente que el periodista corresponsal en China, especialmente el freelance, tenga que reproducir o guiarse por los contenidos de China Daily, Global Times, CCTV,  Xinhua y blogs puente en inglés para generar piezas informativas regulares que le proporcionen ingresos. Sin embargo, con una especialización previa se tendría un campo de actuación mucho más amplio, incluso ante esas limitaciones que impone la lógica informativa a la que me he referido. En ese sentido, creo que los periodistas que nos propongamos trabajar como corresponsales/freelance en China (o cualquier otro país) deberíamos asumir la responsabilidad ética de manejar el idioma y conocer a fondo todos los aspectos geográficos, históricos, políticos, económicos, sociales y culturales para tener una mayor capacidad de interpretar la realidad, que a fin de cuentas es lo que se hace cuando se informa de unos determinados hechos.

  13. Luis

    Hola a todos, 
     
    En el debate del idioma, aunque personalmente soy de los que se está machacando a conciencia, hace años, con el chino, no coincido plenamente en que sea tan radicalmente importante conocerlo. 
    Mojarse sobre una cultura, a veces, hay gente que consigue hacerlo sin, incluso diría, viajar al país. 
    Conozco a gente afincada en España con muchos más conocimientos sobre china, sin ir más lejos, del que tiene gente viviendo años aquí. 
    A día de hoy, la información está accesible, y, si bien estar físicamente en el lugar puede resultar determinante en ocasiones, en la mayoría de los casos no es posible. 
    Por otro lado, a mi juicio, el valor añadido del corresponsal es tener un punto de vista un poco más "exógeno" y se agradece que se parezca e identifique más con el propio lector. Un corresponsal demasiado imbuido en la cultura puede obviar matices que resultan importantes para que el lector (consumidor) final pueda entender la noticia. 
    Por eso, creo que se puede hacer una muy buena labor como "outsider". 
     
    En fin, os digo esto, sin ser corresponsal, ni periodista, ni pretenderlo, sino como el punto de vista de una persona que lee y disfruta del vuestro trabajo como periodistas y con un pasado en implicación directa en gestión de medios de comunicación. 
     
    Feliz fin de semana a todos, 
     
    Luis

  14. ZaiChina

    Gracias por un comentario tan elaborado, Alma!!

    Estoy totalmente de acuerdo en que las deficiencias en la información que se genera sobre China responden en general a las lógicas empresariales y periodísticas de los medios de comunicación en España. He conocido a muchos corresponsales en Pekín que están frustrados básicamente porque sus medios no les dejan hacer su trabajo y sólo les piden refritos de agencias.

    A mí también me parece muy importante conocer el idioma del país para poder informar con un poco más de profundidad. Personalmente, a medida que mi chino ha ido mejorando creo que he ido incorporando distintos matices a la situación del país, conocido gente interesante y tenido algunas oportunidades que creo hubieran sido imposibles sin hablar chino.

  15. Aorijia

    Yo coincido con Alma en la conveniencia de una especialización previa, y en esa especialización el idioma es, a mi juicio, importante. No por saber chino pierde uno la capacidad de juzgar e informar con objetividad; al contrario, sostiene esa objetividad con conocimientos de primera mano, sin intermediarios y sin otros filtros más que los propios ojos.
    Claro, estoy retratando una realidad utópica. Sé que a veces se conceden corresponsalías muy amplias geográficamente que impiden mojarse de todos los países por igual, pero si uno va a limitarse a un país, me parece tan exigible el chino para informar desde y sobre China como el inglés para informar desde y sobre EEUU (¿alguna vez han mandado a Nueva York a un corresponsal con un nivel básico-intermedio de inglés? Lo dudo mucho). 
    Claro que se puede hacer periodismo de calidad sin conocer el idioma, ahí está Rafa Poch (ahora anda por Alemania, ¿sabrá alemán? Sospecho que sí). Pero no está de más pedir a un profesional de la Comunicación que tenga algo más que nociones sobre la herramienta de comunicación por excelencia, la lengua.

  16. Ángel


    Genial entrevista. He debatido horas y horas con Mario y nunca dejará de sorprenderme su talento para sintetizar y estructurar la información, dos cosas esenciales para cualquier periodista, mucho más si trabaja para televisión. No creo que venga a cuento entrar a valorar su mérito profesional. Me remito a sus vídeos. 

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