La censura y propaganda que se ejercen en China tienen intenciones políticas, pero lo cierto es que invaden casi todos los campos de la sociedad china. Este es el punto de vista que adopta He Sanwei en un artículo publicado el 17 de noviembre en el Southern People Weekly, donde se muestra la frustación de los jóvenes ante las limitaciones de información en Internet y la forma en la que este control se ha instalado en la sociedad. He Sanwei es un periodista del Southern People Weekly que suele escribir sobre la juventud y la educación chinas. A continuación, traducimos su relevante artículo titulado “Crecer en la ignorancia”.
Nota: Qin Hui (秦晖), de quien se habla en el artículo, es un intelectual y profesor de historia de la Universidad de Tsinghua. Sus críticas al nacionalismo chino y al desigual reparto de la riqueza, junto con su defensa de los campesinos e inmigrantes dentro de China, han provocado que algunos de sus textos hayan sido censurados.
TRADUCCIÓN
Crecer en la ignorancia
Southern People Weekly (南方人物周刊). Por He Sanwei (何三畏)
“Su artículo ha sido enviado a la papelera de reciclaje por los gestores del sistema. Lamentamos profundamente las molestias causadas”. Si eres internauta, ya deberías saber qué significa esta frase. Se trata del “veredicto” que los “gestores del sistema” conceden al post de un bloguero. […]
Me topé con este veredicto navegando por el blog de una estudiante de máster. Esta pobre joven se ponía la mar de contenta al descubrir ciertos artículos, pero poco podía imaginar que, poco después de ponerse a aprender de ellos, los administradores determinaban que estaba prohibido hacer algo así.
La dueña del blog con el que me topé había colgado este texto y le puso como título “Otra vez la ‘notificación'”, como queriendo decir que eso era algo frecuente. Obviamente es algo con lo que a menudo se encuentran miles de millones de internautas chinos, los cuales, encolerizados o anestesiados por estas humillaciones, finalmente acaban sintiéndose impotentes y aceptando la realidad. A pesar de todo, los jóvenes son más sensibles al dolor, y sienten el instinto de gritar. Cuando gimen de dolor tras ser torturados, la sociedad debería escuchar su sonido atronador.
Sin embargo, en los tiempos que corren esto es precisamente el obstáculo para los jóvenes más sobresalientes. Si uno prefiere no reflexionar sobre problemas muy serios, ni espera asumir la misión de la época, ni tiene en la mente la consigna “ideal nacional, porvenir del país, destino de la humanidad”, lo único que quiere en esta época de transición es conservarse a sí mismo. Aunque finalmente no sea fácil determinar si es posible o no, por lo menos uno no está tan angustiado como este bloguero, porque su pensamiento ha llegado al nivel mínimo que la sociedad actual promueve.
El problema es que la universidad no ha corregido a esta bloguera hasta convertirla en un engranaje unificado, sino que ha mantenido su carácter independiente y su espíritu crítico. Después de licenciarse en la universidad, volvió al entorno en el que ansiaba estar para seguir aprendiendo. Su blog muestra que está creciendo sin problemas, y que tiene una clara capacidad de análisis. No cuesta imaginar que en la sociedad actual, es muy difícil que una joven crezca así. Se necesita estar siempre inmunizado frente al pensamiento podrido y decadente, que lleva ventaja, y resistir siempre las alabanzas superficiales y el embrujo de la gloria.
Muchos padres tampoco quieren que su hijo crezca con tanta libertad como este bloguero. Si ven a su hijo dándole vueltas a ideas no oficiales, se sienten agobiados y preocupados por su futuro. Si se enteran de que los administradores de la red han borrado el blog de su hijo, se ponen nerviosos porque algo así hace prever que en el futuro su hijo no conseguirá integrarse en esta sociedad. Hasta su salida de la escuela, Internet seguirá asediando y poniendo obstáculos a los jóvenes que buscan por sí mismos recursos de pensamiento.
Lo cierto es que la absurdidad de los juicios y el desorden de la administración del pensamiento siempre han sido más claros que el agua. Por ejemplo, el artículo de Qin Hui eliminado por los administradores del blog de esta joven, ha sobrevivido bien en otras páginas. Es decir, que a veces los administradores son como los administrados, que albergan ignorancia y temor. Las palabras clave siempre están limitadas, y a menudo no se sabe lo que hay que eliminar, sino sólo que eliminar mucho es mejor que eliminar poco. Si se elimina poco, es posible que se escapen algunas cosas, y eso no es correcto. En cambio, si se elimina mucho, se pueden eliminar cosas equivocadas, y eso siempre es correcto: así se pueden conseguir recompensas, o por lo menos evitar que a uno le investiguen. […]
Qin es la suerte de los nacidos en 1980. Se ha convertido en un gran punto clave de las ciencias humanas de la China de hoy. En una época sombría como ésta, Qin nos ha explicado muchas cosas, porque en su época había un margen que permitía reflexionar de manera independiente y explorar sin descanso, como él, y que ha dejado una élite intelectual irreductible. Que los jóvenes de hoy le lean es precisamente una herencia natural del conocimiento humano.
Lo que debería preocuparnos hoy es qué podemos legar a las épocas futuras, en vez de intentar ocultar la herencia del siglo pasado. ¿Alguien es capaz de imaginar cómo sería la sociedad del futuro si los jóvenes no pudieran leer ni pensar en libertad? El pensamiento de la mayoría de los jóvenes de hoy día ha sido anestesiado con éxito: ¿acaso no es esto un presagio de la caída de la capacidad de reflexión de una nación?
Sin embargo, una juventud con ideales debería comprender ahora que la sociedad del futuro necesitará sin falta hijos sin cadenas que actúen. ¿Cuando estés en un foro cultural, después de veinte años, dirás que no sabes lo que decía Qin Hui? Tírate por la ventana. Nadie te perdonará si dices que los administradores de Internet no te dejaron leer a Qin Hui. […]
Por supuesto, estos temas no son problemas que los niños de hoy puedan controlar, sino que son problemas de las generaciones anteriores. Así pues, creo que dar una bofetada a un hijo por aprender de un artículo de Qin Hui es un crimen contra la historia y la nación.
Fuente
► Southern People Weekly: Crecer en la ignorancia
0 comentarios