Uno de los libros sobre China más interesantes de los últimos años es “When a Billion Chinese Jump”, escrito por el periodista Jonathan Watts y donde éste analiza la situación del medio ambiente a lo largo y ancho del país. El libro ha dado mucho de que hablar porque se centra en uno de los temas clave no sólo del gigante asiático, sino de todo el globo: la forma en la que 1.300 millones de chinos se enfrentan al reto del desarrollo económico sin destruir el planeta. Como dice el propio subtítulo del libro, “la forma en la que China salvará (o destruirá) a la humanidad”.
La obra de Jonathan Watts, que lleva trabajando en Asia para The Guardian desde hace más de diez años, es una especie de libro de viajes en torno al medio ambiente. El autor deja pocos lugares y temas por cubrir: desde la destrucción del medio ambiente en zonas hasta hace poco casi vírgenes como el Tíbet hasta la enorme contaminación de las fábricas en la provincia de Jiangsu, pasando por la desertificación de Xinjiang y Mongolia Interior, las minas de carbón de Shanxi y Shaanxi, el consumismo de Shanghai y el desarrollo de tecnologías limpias.
Uno de los aciertos del autor es que no habla de China como de un ente aislado (algo muy habitual), sino que coloca al país en medio de la globalización y lo relaciona con el resto del mundo. Es así como el libro toma una perspectiva global, descubriendo que una parte importante de la contaminación es producida por empresas occidentales o que la demanda de energía de China está provocando una explotación de recursos cada vez mayor en todo el mundo (Brasil, Chile, Mongolia, Rusia…).
Jonathan Watts, describiendo con todo lujo de detalles el deterioro del medio ambiente en China, no se deja llevar por la crítica fácil. Sabe situar a China en su contexto: una sociedad todavía en vías de desarrollo, donde comer es mucho más importante que salvar un árbol; un país que ha llegado tarde a la industrialización, un modelo caduco que inventó el Reino Unido hace dos siglos y que los países ricos ahora quieren abandonar; y una población de 1.300 millones de personas que quiere vivir igual de bien que estadounidenses y europeos y cuyo tamaño supone sin duda el desafío medioambiental más importante de la historia. El autor pone en un compromiso al lector occidental, al mostrarte lo que pasa cuando el resto del mundo quiere vivir como tú.
“When a Billion Chinese Jump” también es un buen ejemplo de cómo debe escribirse un libro. Aunque utiliza numerosas fuentes, el grueso de su obra ha sido investigada por él después de muchos meses viajando por el país, su formación como especialista en este tema y haber hablado con mucha gente. Las notas (que están al final del libro) ocupan más de 60 páginas y lo mejor de todo es que no son ni mucho menos gratuitas. El libro de Jonathan Watts es transparente, con las fuentes a la vista de todo el mundo y un material original recabado por él mismo. Muy pocos de los libros que se publican sobre China (y sobre tantos otros temas) aporta tantas cosas con tanta seriedad y honradez.
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► Una de las entrevistas más completas que le han hecho a Jonathan Watts, en The Diplomat.
Proporciona el autor posibles escenarios alternativos (barajados por expertos) de modelos de bienestar y crecimiento que sean mas respetuosos con el medio ambiente? Seria muy interesante.
El cuarto y último capítulo se titula "Alternativas" y es un viaje a algunos de los proyectos sostenibles que ha realizado China en los últimos años. También habla aquí de la labor de algunas ONGs, la movilización social y la inversión de China en energías renovables. Sin embargo, en realidad el autor no encuentra ningún proyecto que funcione realmente y todos ellos tienen problemas. En cierto sentido, en este capítulo hasta se puede sentir la tristeza del autor.