En un especial de la televisión pública estadounidense PBS, el periodista Ray Suarez analiza el problema de la obesidad en China. Se trata de un fenómeno hasta hace poco inexistente en este país pero que con el desarrollo económico comienza a preocupar a expertos y médicos. Estos son algunos de los datos y comentarios que aparecen en el programa:
“The New England Journal of Medicine” informa que hay en China 19 millones de obesos. Y aunque el porcentaje es aún muy inferior al de EE.UU., las autoridades de salud están alarmadas por la tasa de crecimiento, que va del 30% al 50% anual (lo que significa de 6 a 10 millones de nuevos obesos para este año).
La pediatra Mi Jie explica que si bien la mayoría de los niños obesos no presentan problemas de salud, dentro de 20 ó 30 años sufrirán presión arterial alta, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Como los padres no ven los problemas ahora, no toman medidas. “De hecho el pensamiento tradicional chino es que los niños necesitan estar gordos, porque eso significa que el niño es sano y fuerte. Este concepto, por supuesto, es erróneo”.
Aunque Ray Suarez no lo dice explícitamente, sí lo muestra en imágenes. Una de las principales causas del crecimiento de la obesidad en China es el consumo de comida basura, una mala costumbre importada de Cccidente. Los locales de McDonalds y KFC crecen como hongos en las ciudades chinas.
Paul French, autor de “China Obesa” (Fat China) explica que una de las razones de la obesidad es la política del hijo único. “Tenemos una generación que no sólo no tiene hermanos, tampoco tienen tías ni tíos. Esto ha llevado a lo que podríamos llamar el síndrome de “seis bolsillos para uno”, o el “pequeño emperador” como se lo llama en China. Es decir, un solo niño con dos padres y cuatro abuelos que gastan todo su dinero en él. Y por supuesto, después de generaciones de no tener suficiente, no quieren decir “no” a sus niños. Quieren darles todo y, sin duda, así lo echan a perder”.
Así como China ha importado la comida basura, también ha importado a Weight Watchers. El director de Weight Watchers en China, Jin Shan, explica que uno de los problemas es que en China no existen las porciones. Los platos se ponen en el centro de la mesa y el que quiere se sirve. Así que una forma que tiene esta institución de luchar contra la obesidad es instando a la gente a que se sirva su plato y así poder poner límites a lo que come.
Según Ray Suarez, el aumento de la obesidad va de la mano del aumento de casos de diabetes tipo 2. China es actualmente el país con más diabéticos del mundo. Y la preocupación de los expertos es el frágil sistema de salud del país. Suarez apunta que, por otra parte, el contenido de grasas no es el único culpable de la obesidad en China. Hasta no hace mucho tiempo las calles estaban llenas de ciclistas, pero ahora que la gente tiene dinero, motos y autos (y hasta bicicletas con motor) han tomado el lugar de las bicicletas. Además, el tipo de trabajo ha cambiado. Hoy en día muchos trabajan sentados frente a la computadora. Y después se sientan frente al televisor.
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